Por fin he encontrado un concepto de vida con el cual me identifico... con errores y aciertos..es lo màs semejante a mi forma de vida...
CARTA INSPIRADA EN UN TEMPORAL EN EL MAR DE CORTES:
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Querido Odín
Estas son algunas ideas que he logrado extraer de mis vivencias y que me han ayudado a entender el concepto global de vivir. Espero que te sirvan de inspiración para que vayas perfeccionando tus propios conceptos de acuerdo con tu carácter y con tu tiempo.
Así es como yo lo entiendo...
Hay un universo que gira alrededor de ti. Tú eres el centro de ese universo. Es tuyo: tú lo controlas, tú lo defines y puedes hacer con él lo que tú quieras.
Estás hecho de energía, eres poder y fuerza y te desarrollas en un medio al que llamamos vida.
La feria y sus juegos...
La vida no es otra cosa que una feria llena de juegos. Nunca la tomes demasiado en serio. Escoge tus juegos y juega a ganar. Echale fibra y nunca te rindas, ni siquiera cuando pierdas. Es importante equivocarse, pero es más importante saber corregir los errores.
Domina y aplica las reglas. No hagas trampa pero conócelas [las trampas] bien para que puedas defenderte mejor. Los tramposos podrán tener sus momentos de gloria pero, al final, siempre pierden. Quien engaña a los demás acaba por engañarse a sí mismo. No dejes que te impresionen.
Sé siempre tú mismo. Recuerda que es tu universo, que puedes hacer con él lo que quieras. Es tu propia verdad la que vale: tú impones tus propias reglas y tú eres el único juez.
Respétate y respeta a los demás. Cada quien es soberano y juez de su propio universo.
Todos somos jugadores...
La feria está llena de gente, pero sólo hay de dos clases: los que están a tu favor y los que están en tu contra. Unos más y otros menos, los negativos y los positivos, los que generan energía y los que la consumen. Así de fácil.
Aprende a reconocerlos [pues] con todos deberás saber convivir y compartir. Todos somos a veces positivos y a veces negativos. Todos nos equivocamos, todos somos parte de la feria.
El equipo...
Muchas veces participarás en juegos de equipo. Prepárate con tiempo. Pon una gran dedicación y cuidado en la formación de tu equipo. Ellos contarán contigo y tú con ellos para ganar el juego.
Cuando logren creer los unos en los otros, como si fueran uno solo, será entonces, y sólo entonces, que tendrás un equipo verdaderamente ganador. La clave es la comunicación, saber compartir y respetarse mutuamente.
La comunicación...
La comunicación es la base de las relaciones humanas. Esmérate en perfeccionar sus diferentes formas.
La clave está en expresarte siempre con la verdad. Si no hay verdad, no hay comunicación, no hay nada.
Cuídate de las verdades a medias y de las aseveraciones inexactas. Estas siembran en ti inquietud y desconcierto; no comunican, intrigan y destruyen.
Comunicarte siempre con la verdad te dará una gran energía, será un poderoso elemento a tu favor en todos tus juegos.
No hay jugadas imposibles...
Las jugadas imposibles no existen.
Quien crea lo contrario estará usando muletas sin ser cojo o perro guía sin ser ciego. Quien no es ciego o cojo puede mirar más allá de los imposibles o caminar por encima de ellos.
Juegos peligrosos...
En todo juego existen ciertos riesgos. En la capacidad de cada quien está el mayor o menor dominio de estos riesgos.
Si después de analizar los riesgos de un juego a conciencia te encuentras con un reducidísimo porcentaje de incógnitas (pero al fin y al cabo incógnitas que, de resultar positivas te pueden costar tremendamente caras) con toda seguridad que estarás abte un juego muy peligroso y si quieres jugar este juego tendrás que ser un jugador poderoso y bien preparado.
Los juegos peligrosos son de resultados extremosos...
Si se gana el fruto del triunfo resulta enajenante, el dolor de la lucha se sublima y la experiencia nos deja una huella imborrable.
Si se pierde, el dolor de la lucha resulta más intenso, abrumador, terriblemente insoportable. La única luz la encontramos en la perspectiva de una nueva lucha más intensa, más demandante, más riesgosa, probablemente con una incógnita más pequeña, pero sólo [resultará satisfactoria] si es más cara.
La huella de la derrota también nos queda profundamente grabada.
Este tipo de juegos son muy intensos. Muy pocos son los que los juegan y mucho menos son los que los ganan. Para estos jugadores no hay imposibles y si al fin se pierde siempre queda la satisfacción íntima de haber luchado al máximo, lo cual es en sí ya un triunfo. A veces este triunfo es más valioso que el objetivo buscado, con la gran ventaja de que depende solamente del jugador y nada ni nadie le puede impedir lograrlo.
Como verás, quien realmente así juegue no puede perder.
Un jugador de imposibles...
Odín, hijo querido: yo soy uno de esos jugadores de juegos altamente riesgosos y siempre lo seré.
A veces he ganado y a veces he perdido, pero me siento satisfecho con mi destino. Ha sido así porque así lo he querido, porque puedo, porque las enseñanzas me resultan abrumadoras, intensas, insoportables y a la vez enajenantes; porque es una forma de sentir que estoy vivo, porque la vida para que sea vida hay que sentirla y jugarla apasionadamente.
Porque así es como yo la entiendo.
El castillo de los sueños...
De ladrillo en ladrillo habrás de construir el gran castillo de tus sueños.
Para lograr los grandes triunfos deberás saber reconocer a aquellos, tus pequeños triunfos.
Cuando estés exhausto serán los pequeños esfuerzos los que te sacarán adelante y cuando sea necesario detén tu lucha por un instante y acepta las pequeñas recompensas que le darán armonía a tu juego.
No olvides que tienes la capacidad de soñar. Sueña y comparte tus sueños. Sabrás que no hay soledad cuando hay un sueño que compartir.
Si bien es triste no tener un sueño, es aún más triste dejar de soñar por convertir un sueño en realidad. A mí ya me ha pasado. Qué gran ironía, ¿no te parece?
Pero abusado: el presente es una realidad y como tal hay quer jugarlo. Esta es una importante regla del juego.
No olvides que eres energía. Genera la energía que demandes y determinarás tu destino. Sólo quien determina su destino es ganador del juego de sí mismo, su gran juego.
Un alma enferma...
Verás que todos somos iguales, que nadie es ni más malo ni más bueno, que nadie es superior ni inferior, ni más ni menos listo. Es sólo que el alma a veces está enferma y la enfermedad nos hace actuar extrañamente.
A quien te parezca enfermo, procura ayudarlo a curarse. Pero sé cuidadoso: no sea que vayas a contagiarte.
Quien se lo hace a los demás, se lo hace a sí mismo...
Nunca lastimes a nadie si no quieres lastimarte a ti mismo. Ni siquiera en tu pensamiento.
Procura esquivar las agresiones. Algunas te habrán de llegar y sentirás odio y rencor. ¿Recuerdas a tus enemigos? El perdón te dará más que la venganza. A veces es difícil perdonar, pero con el tiempo te darás cuenta que los frutos de la venganza son frutos podridos que sólo enfermarán a tu alma.
Todo es solamente un juego. El que tenga más energía será mejor jugador. Nunca te enojes: quien se enoja desperdicia su energía.
Quien sonríe, gana. La mejor defensa es una sonrisa.
Alcances que incitan a jugar...
En el corto tiempo que dura la feria, son pocos los que alcanzan a completar un destino diseñado por sus sueños. Quizá porque queremos demasiado, quizá porque equivocamos el camino.
Quienes más se acervan [a ese destino] son aquellos jugadores de una gran tenacidad: individuales y con una gran confianza en sí mismos. Suelen convivir muy de cerca con la naturaleza, tienen un gusto por las cosas sencillas y un muy especial sentido de la esencia de la vida.
En su simplicidad hay una fuerza, una calidad y una presencia de espíritu que sutilmente nos transmite [conocimientos] intangibles del más alto rango.
Son poseedores de una indefinible y elusiva cualidad: el espíritu humano. Romántico, apasionado y provocador, incansable de retos y aventuras inexplicables, cuyas posibilidades fuera de lo ordinario las conciben por encima de un horizonte que sólo ellos pueden percibir.
Un aura de energía tranquila parece rodearles y sin embargo se presiente en ellos una persistente y callada desesperación. Quizá por alcanzar siempre lo inalcanzable.
¿Qué valdrá más la pena a fin de cuentas? ¿La lucha serena por alcanzar lo alcanzable o la lucha toruosa de cara a la expectativa incierta de alcanzar lo inexplicable?
¿Hay acaso quien pueda definir los límites?
El único límite que conozco es la hora en que se cierra la feria.
Tus enemigos...
Te vas a encontrar con algunos enemigos, pero no te dejes confundir. Reconoce la diferencia entre contrincantes del juego y enemigos. Tus contrincantes son otros jugadores. Domínalos con tu astucia y las reglas del juego. Algunos de tus enemigos son el temor. la ansiedad, la desesperación, la impaciencia, la duda, el abandono, tu ego, la envidia, el rencor, la intolerancia y la ira.
Tus enemigos crecen dentro de ti. No cedas a sus engaños. Destrúyelos o acabarán contigo.
Prepárate y crecerás...
Bueno: pues ya estás en la feria. Estoy seguro de que la vas a pasar muy bien. Procura no iniciar ningún juego sin antes prepararte adecuadamente. Algunas veces te vas a encontrar en medio de un juego sin previo aviso. Tu defensa y ataque serán aquellas cualidades que hayas podido acumular antes del juego.
Todo lo que hagas repetidas veces se volverá unhábito y será parte de ti. Escoge bien tus hábitos. Cultívalos con paciencia y lo difícil se volverá fácil.
Dale orden a tus pensamientos y a tu vida.
El tiempo...
No pierdas el tiempo. Usalo inteligentemente porque vale mucho. El tiempo puede ser tu aliado o tu enemigo, dependerá de tu enfoque. Analízalo a fondo para que lo conozcas bien y sepas aprovecharlo.
Aprende a esperar. El tiempo todo lo madura, cura nuestras heridas y nos enseña a descubrir nuestros aciertos y nuestros errores.
Para entrar en la feria tuviste que esperar a nacer y a crecer. Ya en la feria seguirás siempre esperando y siempre creciendo, seguirás siempre a la espera de algo que sucederá o que no podrá suceder.
Mientras esperas, prepárate. Entre [mientras] más te prepares serás mejor jugador y cuando te llegue la oportunidad de jugar podrás estar listo para ganar, tendrás mejores opciones de ser feliz.
Los ángulos de la fortuna...
Luego luego entrando a la feria te vas a encontrar con un juego que se llama de la buena o de la mala fortuna. Primero te dan un boleto con un número: se llama el número de tu suerte. Cada quien recibe un número diferente cada vez que juega [y] éste corresponde al grado de dificultad de tu juego.
Después te sientan frente a una esfera de cristal. Ã?sta gira lentamente. En ella se ve tu destino. Lo curioso es que se ve diferente desde diferentes ángulos y siempre hay un ángulo mejor y nada te impide cambiarlo. Sólo basta con que tú lo quieras.
Enfoca tus ángulos con una actitud creativa.
Hay una cosa que nunca cambia, aunque parezca mentira: se batalla constantemente, desde que empieza el juego hasta que termina, los sesenta segundos de cada minuto. Hay que entenderlo [porque] así es el juego, es lo normal y la verdad es que esto no resulta tan difícil una vez que aceptas esta regla del juego.
Mucho te llegará como consecuencia natural de esta actitud. El que quiera jugar diferente de seguro perderá.
Para ganar el juego, estudia a fondo tus ángulos de enfoque y muévelos con agilidad buscando siempre el mejor. Aunque encuentres un buen enfoque, no te confíes. Debes estar siempre alerta para ajustarlo pues recuerda [que] la esfera seguirá girando y todo cambiará constantemente.
En realidad es un juego muy interesante y divertido, pero sólo si tienes un deseo grande de ganar.
En la feria sé feliz...
Odín: vívela [la vida] siempre con alegría. No pierdas nunca el optimismo. Sonríe, canta, baila, medita y te llenarás de energía.
Cultiva tu capacidad para sentir, para percibir y para emocionarte. Ellas son la fuente de tu felicidad.
La felicidad es un estado de ánimo, una actitud, y depende sólo de ti.
Descubre día con día la fórmula que mantenga viva y acrecente la flama de la emoción en esta relación con la vida, que necesariamente cambia a cada instante.
Busca siempre con determinación y entusiasmo tus retos emocionales. La vida se vive intensamente entre el nacimiento y el ocaso de cada uno. Cada día y cada noche son un reto.
No importa cuanto tiempo dure el reto, lo que importa es la pasión de la entrega.
Las emociones son el gran reto a la inteligencia y a la creatividad.
Sé siempre positivo y aun en el momento más oscuros podrás encontrar esa energía que te alumbre. Nunca nada está perdido. Búscala con toda tu alma y te llegará.
Yo he tenido un maestro. Todos tenemos uno y todos debemos encontrarlo. Yo lo encontré en el mar. El mar ha sido mi gran amigo y mi gran maestro.
Busca el tuyo y seguro lo encontrarás.
El juego del amor...
El juego más importante de la feria es el amor. El amor es la mayor fuente de energía. El amor es sensibilidad al máximo, es claridad. El amor es el gran catalizador que combina con todo para darle valor.
Ama las cosas insignificantes y las volverás grandiosas. Ama todo lo que hagas, todo lo que seas y todo lo que te rodee.
Hay una cosa: el amor también es dolor. Entre [mientras] más ames, más habrás de sufrir. Conciente o inconcientemente, todo aquello que es amado genera dolor. No te confíes. Este dolor puede llegar a ser muy cruel, un tormento que te sacudiría en lo más profundo.
Lo curioso es que muchas veces este mismo dolor genera en nosotros una muy valiosa inspiración creadora. Como verás, aun en el dolor se puede encontrar energía, si la sabemos buscar.
Cuando ames o seas amado vigila siempre el equilibrio, que no haya sorpresas y así, pase lo que pase, el dolor que venga será tan solo un pequeño impuesto por lo mucho recibido y dado.
Ten fe en el amor; vívelo intensamente. Búscalo a través de Dios. Cree en el ser humano, busca el amor en todo.
Entre más ames, más serás amado. Llénate de amor y crecerá tu espíritu.
La verdad...
Te parecerá curioso que en la feria todo dé vueltas, hasta tú mismo. Lo que antes era verdad ahora es mentira, lo que antes era mentira, ahora resulta que es verdad. Todo cambia. A veces lo bueno se vuelve malo o lo que era malo ya no lo es.
Tal vez nada es malo ni nada es bueno y seguro que la belleza y la fealdad son relativas y, a veces, el placer genera dolor y el dolor placer.
A veces parecerá difícil encontrar la verdad: si empiezas por buscarla dentro de ti, te será más fácil encontrarla.
Hay en ti un navegante que tiene una brújula interna. En algún punto del compás sentirás la atracción de una gran fuerza magnética. Sigue el rumbo que te marque. No dudes. Esa fuerza será tu orientación natural.
Para conocer a la gente busca dentro de ella, despójala de la carne, despójala de lo material, de lo aparente. Trata de identificar su rumbo natural y te será más fácil conocerla.
Todo termina...
Odín: la feria no dura para siempre. Llega la hora en que se cierra y se va la gente y se acaban las cosas que se daban y los juegos que se jugaban y te darás cuenta de que el tiempo que estuviste en ella fue insignificante, a igual que el dolor, al igual que el placer.
[Te darás cuenta] Que todo aquello que diste y todo aquello que recibiste no era ni mucho ni poco y que gran parte de aquello que en algún momento te pareció tan importante realmente no lo era tanto y te darás cuenta que de eso nada te llevarás.
Sin embargo algo crece dentro de nosotros al pasar por la feria, algo que nos queda en el alma y que nos hace cada vez ser mejores jugadores, algo que nos llevará, algún día, a ser triunfadores en el juego final.
Tu mejor aliado...
Pues bien, Odín: ahora que has regresado una vez más a la feria tienes por delante un destino que forjarte y será como tú lo quieras. Depende solamente de ti y de nadie más.
No esperes nada de nadie, que para darte está solamente Dios. Dios es la energía que te da la vida. Es tu energía, la energía que te da la capacidad para ser cada vez un mejor jugador. Cuídala, hazla crecer.
No lo olvides nunca: Dios es tu aliado. Platica con él, invítalo a jugar contigo.
Compañeros de equipo...
Sí, hijo: Dios y tú son mi compromiso y mi razón. Ten la seguridad de que siempre podrás contar conmigo.
En alguna otra ocasión seguiremos platicando de tantos y tantos juegos que tiene la feria. Nos contaremos nuestras aventuras y desde luego me encantará compartir algunos juegos contigo.
Yo estoy seguro de que serás un ganador. De hecho ya lo eres y me doy cuenta que Dios está especialmente contigo.
Te doy un fuerte abrazo con todo mi amor y con todo mi respeto.
Sé feliz.
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Así es como yo lo entiendo...
Hay un universo que gira alrededor de ti. Tú eres el centro de ese universo. Es tuyo: tú lo controlas, tú lo defines y puedes hacer con él lo que tú quieras.
Estás hecho de energía, eres poder y fuerza y te desarrollas en un medio al que llamamos vida.
La feria y sus juegos...
La vida no es otra cosa que una feria llena de juegos. Nunca la tomes demasiado en serio. Escoge tus juegos y juega a ganar. Echale fibra y nunca te rindas, ni siquiera cuando pierdas. Es importante equivocarse, pero es más importante saber corregir los errores.
Domina y aplica las reglas. No hagas trampa pero conócelas [las trampas] bien para que puedas defenderte mejor. Los tramposos podrán tener sus momentos de gloria pero, al final, siempre pierden. Quien engaña a los demás acaba por engañarse a sí mismo. No dejes que te impresionen.
Sé siempre tú mismo. Recuerda que es tu universo, que puedes hacer con él lo que quieras. Es tu propia verdad la que vale: tú impones tus propias reglas y tú eres el único juez.
Respétate y respeta a los demás. Cada quien es soberano y juez de su propio universo.
Todos somos jugadores...
La feria está llena de gente, pero sólo hay de dos clases: los que están a tu favor y los que están en tu contra. Unos más y otros menos, los negativos y los positivos, los que generan energía y los que la consumen. Así de fácil.
Aprende a reconocerlos [pues] con todos deberás saber convivir y compartir. Todos somos a veces positivos y a veces negativos. Todos nos equivocamos, todos somos parte de la feria.
El equipo...
Muchas veces participarás en juegos de equipo. Prepárate con tiempo. Pon una gran dedicación y cuidado en la formación de tu equipo. Ellos contarán contigo y tú con ellos para ganar el juego.
Cuando logren creer los unos en los otros, como si fueran uno solo, será entonces, y sólo entonces, que tendrás un equipo verdaderamente ganador. La clave es la comunicación, saber compartir y respetarse mutuamente.
La comunicación...
La comunicación es la base de las relaciones humanas. Esmérate en perfeccionar sus diferentes formas.
La clave está en expresarte siempre con la verdad. Si no hay verdad, no hay comunicación, no hay nada.
Cuídate de las verdades a medias y de las aseveraciones inexactas. Estas siembran en ti inquietud y desconcierto; no comunican, intrigan y destruyen.
Comunicarte siempre con la verdad te dará una gran energía, será un poderoso elemento a tu favor en todos tus juegos.
No hay jugadas imposibles...
Las jugadas imposibles no existen.
Quien crea lo contrario estará usando muletas sin ser cojo o perro guía sin ser ciego. Quien no es ciego o cojo puede mirar más allá de los imposibles o caminar por encima de ellos.
Juegos peligrosos...
En todo juego existen ciertos riesgos. En la capacidad de cada quien está el mayor o menor dominio de estos riesgos.
Si después de analizar los riesgos de un juego a conciencia te encuentras con un reducidísimo porcentaje de incógnitas (pero al fin y al cabo incógnitas que, de resultar positivas te pueden costar tremendamente caras) con toda seguridad que estarás abte un juego muy peligroso y si quieres jugar este juego tendrás que ser un jugador poderoso y bien preparado.
Los juegos peligrosos son de resultados extremosos...
Si se gana el fruto del triunfo resulta enajenante, el dolor de la lucha se sublima y la experiencia nos deja una huella imborrable.
Si se pierde, el dolor de la lucha resulta más intenso, abrumador, terriblemente insoportable. La única luz la encontramos en la perspectiva de una nueva lucha más intensa, más demandante, más riesgosa, probablemente con una incógnita más pequeña, pero sólo [resultará satisfactoria] si es más cara.
La huella de la derrota también nos queda profundamente grabada.
Este tipo de juegos son muy intensos. Muy pocos son los que los juegan y mucho menos son los que los ganan. Para estos jugadores no hay imposibles y si al fin se pierde siempre queda la satisfacción íntima de haber luchado al máximo, lo cual es en sí ya un triunfo. A veces este triunfo es más valioso que el objetivo buscado, con la gran ventaja de que depende solamente del jugador y nada ni nadie le puede impedir lograrlo.
Como verás, quien realmente así juegue no puede perder.
Un jugador de imposibles...
Odín, hijo querido: yo soy uno de esos jugadores de juegos altamente riesgosos y siempre lo seré.
A veces he ganado y a veces he perdido, pero me siento satisfecho con mi destino. Ha sido así porque así lo he querido, porque puedo, porque las enseñanzas me resultan abrumadoras, intensas, insoportables y a la vez enajenantes; porque es una forma de sentir que estoy vivo, porque la vida para que sea vida hay que sentirla y jugarla apasionadamente.
Porque así es como yo la entiendo.
El castillo de los sueños...
De ladrillo en ladrillo habrás de construir el gran castillo de tus sueños.
Para lograr los grandes triunfos deberás saber reconocer a aquellos, tus pequeños triunfos.
Cuando estés exhausto serán los pequeños esfuerzos los que te sacarán adelante y cuando sea necesario detén tu lucha por un instante y acepta las pequeñas recompensas que le darán armonía a tu juego.
No olvides que tienes la capacidad de soñar. Sueña y comparte tus sueños. Sabrás que no hay soledad cuando hay un sueño que compartir.
Si bien es triste no tener un sueño, es aún más triste dejar de soñar por convertir un sueño en realidad. A mí ya me ha pasado. Qué gran ironía, ¿no te parece?
Pero abusado: el presente es una realidad y como tal hay quer jugarlo. Esta es una importante regla del juego.
No olvides que eres energía. Genera la energía que demandes y determinarás tu destino. Sólo quien determina su destino es ganador del juego de sí mismo, su gran juego.
Un alma enferma...
Verás que todos somos iguales, que nadie es ni más malo ni más bueno, que nadie es superior ni inferior, ni más ni menos listo. Es sólo que el alma a veces está enferma y la enfermedad nos hace actuar extrañamente.
A quien te parezca enfermo, procura ayudarlo a curarse. Pero sé cuidadoso: no sea que vayas a contagiarte.
Quien se lo hace a los demás, se lo hace a sí mismo...
Nunca lastimes a nadie si no quieres lastimarte a ti mismo. Ni siquiera en tu pensamiento.
Procura esquivar las agresiones. Algunas te habrán de llegar y sentirás odio y rencor. ¿Recuerdas a tus enemigos? El perdón te dará más que la venganza. A veces es difícil perdonar, pero con el tiempo te darás cuenta que los frutos de la venganza son frutos podridos que sólo enfermarán a tu alma.
Todo es solamente un juego. El que tenga más energía será mejor jugador. Nunca te enojes: quien se enoja desperdicia su energía.
Quien sonríe, gana. La mejor defensa es una sonrisa.
Alcances que incitan a jugar...
En el corto tiempo que dura la feria, son pocos los que alcanzan a completar un destino diseñado por sus sueños. Quizá porque queremos demasiado, quizá porque equivocamos el camino.
Quienes más se acervan [a ese destino] son aquellos jugadores de una gran tenacidad: individuales y con una gran confianza en sí mismos. Suelen convivir muy de cerca con la naturaleza, tienen un gusto por las cosas sencillas y un muy especial sentido de la esencia de la vida.
En su simplicidad hay una fuerza, una calidad y una presencia de espíritu que sutilmente nos transmite [conocimientos] intangibles del más alto rango.
Son poseedores de una indefinible y elusiva cualidad: el espíritu humano. Romántico, apasionado y provocador, incansable de retos y aventuras inexplicables, cuyas posibilidades fuera de lo ordinario las conciben por encima de un horizonte que sólo ellos pueden percibir.
Un aura de energía tranquila parece rodearles y sin embargo se presiente en ellos una persistente y callada desesperación. Quizá por alcanzar siempre lo inalcanzable.
¿Qué valdrá más la pena a fin de cuentas? ¿La lucha serena por alcanzar lo alcanzable o la lucha toruosa de cara a la expectativa incierta de alcanzar lo inexplicable?
¿Hay acaso quien pueda definir los límites?
El único límite que conozco es la hora en que se cierra la feria.
Tus enemigos...
Te vas a encontrar con algunos enemigos, pero no te dejes confundir. Reconoce la diferencia entre contrincantes del juego y enemigos. Tus contrincantes son otros jugadores. Domínalos con tu astucia y las reglas del juego. Algunos de tus enemigos son el temor. la ansiedad, la desesperación, la impaciencia, la duda, el abandono, tu ego, la envidia, el rencor, la intolerancia y la ira.
Tus enemigos crecen dentro de ti. No cedas a sus engaños. Destrúyelos o acabarán contigo.
Prepárate y crecerás...
Bueno: pues ya estás en la feria. Estoy seguro de que la vas a pasar muy bien. Procura no iniciar ningún juego sin antes prepararte adecuadamente. Algunas veces te vas a encontrar en medio de un juego sin previo aviso. Tu defensa y ataque serán aquellas cualidades que hayas podido acumular antes del juego.
Todo lo que hagas repetidas veces se volverá unhábito y será parte de ti. Escoge bien tus hábitos. Cultívalos con paciencia y lo difícil se volverá fácil.
Dale orden a tus pensamientos y a tu vida.
El tiempo...
No pierdas el tiempo. Usalo inteligentemente porque vale mucho. El tiempo puede ser tu aliado o tu enemigo, dependerá de tu enfoque. Analízalo a fondo para que lo conozcas bien y sepas aprovecharlo.
Aprende a esperar. El tiempo todo lo madura, cura nuestras heridas y nos enseña a descubrir nuestros aciertos y nuestros errores.
Para entrar en la feria tuviste que esperar a nacer y a crecer. Ya en la feria seguirás siempre esperando y siempre creciendo, seguirás siempre a la espera de algo que sucederá o que no podrá suceder.
Mientras esperas, prepárate. Entre [mientras] más te prepares serás mejor jugador y cuando te llegue la oportunidad de jugar podrás estar listo para ganar, tendrás mejores opciones de ser feliz.
Los ángulos de la fortuna...
Luego luego entrando a la feria te vas a encontrar con un juego que se llama de la buena o de la mala fortuna. Primero te dan un boleto con un número: se llama el número de tu suerte. Cada quien recibe un número diferente cada vez que juega [y] éste corresponde al grado de dificultad de tu juego.
Después te sientan frente a una esfera de cristal. Ã?sta gira lentamente. En ella se ve tu destino. Lo curioso es que se ve diferente desde diferentes ángulos y siempre hay un ángulo mejor y nada te impide cambiarlo. Sólo basta con que tú lo quieras.
Enfoca tus ángulos con una actitud creativa.
Hay una cosa que nunca cambia, aunque parezca mentira: se batalla constantemente, desde que empieza el juego hasta que termina, los sesenta segundos de cada minuto. Hay que entenderlo [porque] así es el juego, es lo normal y la verdad es que esto no resulta tan difícil una vez que aceptas esta regla del juego.
Mucho te llegará como consecuencia natural de esta actitud. El que quiera jugar diferente de seguro perderá.
Para ganar el juego, estudia a fondo tus ángulos de enfoque y muévelos con agilidad buscando siempre el mejor. Aunque encuentres un buen enfoque, no te confíes. Debes estar siempre alerta para ajustarlo pues recuerda [que] la esfera seguirá girando y todo cambiará constantemente.
En realidad es un juego muy interesante y divertido, pero sólo si tienes un deseo grande de ganar.
En la feria sé feliz...
Odín: vívela [la vida] siempre con alegría. No pierdas nunca el optimismo. Sonríe, canta, baila, medita y te llenarás de energía.
Cultiva tu capacidad para sentir, para percibir y para emocionarte. Ellas son la fuente de tu felicidad.
La felicidad es un estado de ánimo, una actitud, y depende sólo de ti.
Descubre día con día la fórmula que mantenga viva y acrecente la flama de la emoción en esta relación con la vida, que necesariamente cambia a cada instante.
Busca siempre con determinación y entusiasmo tus retos emocionales. La vida se vive intensamente entre el nacimiento y el ocaso de cada uno. Cada día y cada noche son un reto.
No importa cuanto tiempo dure el reto, lo que importa es la pasión de la entrega.
Las emociones son el gran reto a la inteligencia y a la creatividad.
Sé siempre positivo y aun en el momento más oscuros podrás encontrar esa energía que te alumbre. Nunca nada está perdido. Búscala con toda tu alma y te llegará.
Yo he tenido un maestro. Todos tenemos uno y todos debemos encontrarlo. Yo lo encontré en el mar. El mar ha sido mi gran amigo y mi gran maestro.
Busca el tuyo y seguro lo encontrarás.
El juego del amor...
El juego más importante de la feria es el amor. El amor es la mayor fuente de energía. El amor es sensibilidad al máximo, es claridad. El amor es el gran catalizador que combina con todo para darle valor.
Ama las cosas insignificantes y las volverás grandiosas. Ama todo lo que hagas, todo lo que seas y todo lo que te rodee.
Hay una cosa: el amor también es dolor. Entre [mientras] más ames, más habrás de sufrir. Conciente o inconcientemente, todo aquello que es amado genera dolor. No te confíes. Este dolor puede llegar a ser muy cruel, un tormento que te sacudiría en lo más profundo.
Lo curioso es que muchas veces este mismo dolor genera en nosotros una muy valiosa inspiración creadora. Como verás, aun en el dolor se puede encontrar energía, si la sabemos buscar.
Cuando ames o seas amado vigila siempre el equilibrio, que no haya sorpresas y así, pase lo que pase, el dolor que venga será tan solo un pequeño impuesto por lo mucho recibido y dado.
Ten fe en el amor; vívelo intensamente. Búscalo a través de Dios. Cree en el ser humano, busca el amor en todo.
Entre más ames, más serás amado. Llénate de amor y crecerá tu espíritu.
La verdad...
Te parecerá curioso que en la feria todo dé vueltas, hasta tú mismo. Lo que antes era verdad ahora es mentira, lo que antes era mentira, ahora resulta que es verdad. Todo cambia. A veces lo bueno se vuelve malo o lo que era malo ya no lo es.
Tal vez nada es malo ni nada es bueno y seguro que la belleza y la fealdad son relativas y, a veces, el placer genera dolor y el dolor placer.
A veces parecerá difícil encontrar la verdad: si empiezas por buscarla dentro de ti, te será más fácil encontrarla.
Hay en ti un navegante que tiene una brújula interna. En algún punto del compás sentirás la atracción de una gran fuerza magnética. Sigue el rumbo que te marque. No dudes. Esa fuerza será tu orientación natural.
Para conocer a la gente busca dentro de ella, despójala de la carne, despójala de lo material, de lo aparente. Trata de identificar su rumbo natural y te será más fácil conocerla.
Todo termina...
Odín: la feria no dura para siempre. Llega la hora en que se cierra y se va la gente y se acaban las cosas que se daban y los juegos que se jugaban y te darás cuenta de que el tiempo que estuviste en ella fue insignificante, a igual que el dolor, al igual que el placer.
[Te darás cuenta] Que todo aquello que diste y todo aquello que recibiste no era ni mucho ni poco y que gran parte de aquello que en algún momento te pareció tan importante realmente no lo era tanto y te darás cuenta que de eso nada te llevarás.
Sin embargo algo crece dentro de nosotros al pasar por la feria, algo que nos queda en el alma y que nos hace cada vez ser mejores jugadores, algo que nos llevará, algún día, a ser triunfadores en el juego final.
Tu mejor aliado...
Pues bien, Odín: ahora que has regresado una vez más a la feria tienes por delante un destino que forjarte y será como tú lo quieras. Depende solamente de ti y de nadie más.
No esperes nada de nadie, que para darte está solamente Dios. Dios es la energía que te da la vida. Es tu energía, la energía que te da la capacidad para ser cada vez un mejor jugador. Cuídala, hazla crecer.
No lo olvides nunca: Dios es tu aliado. Platica con él, invítalo a jugar contigo.
Compañeros de equipo...
Sí, hijo: Dios y tú son mi compromiso y mi razón. Ten la seguridad de que siempre podrás contar conmigo.
En alguna otra ocasión seguiremos platicando de tantos y tantos juegos que tiene la feria. Nos contaremos nuestras aventuras y desde luego me encantará compartir algunos juegos contigo.
Yo estoy seguro de que serás un ganador. De hecho ya lo eres y me doy cuenta que Dios está especialmente contigo.
Te doy un fuerte abrazo con todo mi amor y con todo mi respeto.
Sé feliz.
ESTE ESCRITO LO ENCONTRÉ EN EL FACEBOOK DE ALGUIÉN QUE CONOCÍ Y BUSCANDO UNA SABIA EXPLICACIÓN A SU TRISTE COMPORTAMIENTO, YA QUE LE HE VISTO LUCHAR EN LO MATERIAL Y CON ELLO CUBRIR O SIMULAR SUS VACIOS Y DESAFORTUNADAMENTE ABANDONAR LO QUE PUEDE SER UN VERDADERO HOMBRE, CONVERTIDO SIMPLEMENTE EN UN SALVAJE ANIMAL CON LA VENTAJA DE ENSANCHARCE CON LA SANGRE DE HERMOSOS ANIMALES INDEFENSOS MISMOS QUE JAMÁS ESTARÁN A LA PAR. Y DE VERDAD QUE DENOTA LOS ESTRAGOS DE NOBLEZA QUE TAL VEZ ALGUNA VEZ ESCONDIDA TUVO, PERO RESALTA ESE MACHISMO ATROZ, QUE ANTES DE DESTRUIR A UNA FEMINA, LE DESTRUYE Y CARCOME SU CONCIENCIA. ADEMÁS DE QUE POR MÁS QUE LUCHE CON CUBRIRSE DE PAREDES DE ORO Y CASTILLOS DE CRISTAL, LLEVARA LA HUELLA IMPRESA PORQUE NO HA CAUSADO DAÑO EN OTROS, LO ESCUCHE QUEJARSE CON DOLOR DEL PORQUE DE SUS PESARES,CUANDO ES EL BUMERANG QUE SIMPLEMENTE REGRESA A NIVEL DE FUERZA CON EL QUE ÉSTE LO HA LANZADO. ESE KARMA QUE NO ES OTRA COSA EL EMERGER DE TU CONCIENCIA QUE SABE PERFECTAMENTE EL LASTRE QUE HALA.
Ya no escribo porque lloro, porque dejo en el roce de la tinta y el papel un pedazo de mi alma, no escribo porque sumergirme en la abundancia del dolor me arroja al fuego y me deja perplejo, callado frente a una vida sin sentido.
Hoy no escribo porque ayer lloré conmigo y perdí a tragos las ganas de vivir, escribía penas y fluía sangre del camino, tenía un mendigo asomando siempre las ganas, vivía conmigo.
Escribir me hizo sentimiento, me mostró la estancia y el silencio, ya no digo, ya no pienso, me quedé sin el sustento de ese nombre tan vivido. La nostalgia es por hoy digna cómplice de mi apatía y se ha perdido la armonía de esa voz tan escuchada, tan sutilmente disfrutada.
Por eso no lloro, porque ya no escribo, hoy se hace de hielo la vigía y se enfría la pasión que de llamas me tenía; me ahuyente de las heridas, me hice un velo acartonado de mentiras y tapé los ojos sin sentirlo, me encerré por dentro e hice juramento - ¡nunca más me respondieron mis lamentos! – oigo nada, digo menos.
Ya no escribo porque lloré, le dije a mi madre y lo escuchó mi amante, me negué el semblante para hacerme nada y aparecer sin nombre donde puedan buscarme. . . .sí acaso me encuentras, desdíceme de tú tiempo, oscurece el tono de mi recuerdo y no pienses en mí, porque entonces lloraré.
LAS VENAS ABIERTAS DE AMÉRICA LATINA CAPITULO I CAPITULO II DESARROLLO HUMANO
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